El mercado de oficinas en Bogotá ha ido transformándose de manera significativa en los últimos años, con un cambio claro hacia zonas fuera del tradicional centro financiero. Según reportes recientes, los submercados emergentes (NON‑CBD) han empezado a tomar protagonismo en la absorción de espacios de clase A, superando en algunos trimestres al centro de negocios tradicional.
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En particular, la zona norte de la ciudad ha mostrado un crecimiento marcado, impulsado por la demanda de empresas que buscan espacios bien ubicados, con servicios modernos y estándares de sostenibilidad. A nivel general, Bogotá registra una vacancia que ronda el 9,9 %, y un alza en los precios de renta que refleja la competencia por espacios de calidad.
(Lee el artículo completo en: La vacancia de oficinas corporativa en Bogotá cae a 9,9%, mientras aumentan precios) Este panorama ha obligado a los desarrolladores a replantear sus propuestas arquitectónicas, priorizando oficinas más eficientes, certificaciones verdes y flexibilidad en los diseños. El resultado: zonas como el norte se consolidan como destinos preferidos para empresas que valoran no solo una buena ubicación, sino un entorno integral que combina conectividad, servicios y calidad de vida.